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Últimamente me he vuelto fan de las historias de ciencia ficción. Y como dato curioso, la ciencia ficción no es lo mismo que la fantasía o la ficción a secas. Para que una novela sea considerada de ciencia ficción es necesario que esté compuesta de elementos que sigan las normas básicas de la física, biología, matemáticas y demás. Sumando teorías que no han sido comprobadas pero tampoco ha sido posible refutarlas. Si hay elementos que no pueden ser explicados mediante ciencia, o alguna teoría, es fantasía. O al menos eso dice doña wikipedia.
En fin, este no es foro para hablar de literatura (pero siempre es bueno aprender cosas nuevas). El chiste es que he estado leyendo la tetralogía de “Los Cantos de Hyperion”, una joya de ciencia ficción. Que te recomiendo mucho si te llama la atención el género, no hay película, por si eres de los que prefieres ver películas ?
No te quiero marear ni spoilear con tanto drama porque aparte la historia es algo compleja. Pero a resumidas cuentas, es la humanidad como unos 800 años adelante en donde el humano ya logró extenderse a otras galaxias y planetas. Como siempre en la vida, hay pleito entre humanos, unos se dedican a colonizar planetas y adecuarlos a su naturaleza, y los otros se dedican a adecuarse a la naturaleza del planeta a donde llegan. Algo así como los que cambian las circunstancias contra los que cambian según las circunstancias.
No soy un experto en literatura, sólo lo leo porque está buena la historia, no entiendo esas cosas de figuras retóricas y cosas profundas para entender el mensaje oculto del autor. Pero desde mi perspectiva, pareciera que el autor critica al ser humano y su afán de ser el rey de la selva.
He estado pensando en esta historia de ciencia ficción y en nuestra situación actual como sociedad. Obviamente las circunstancias no son para nada iguales, pero en el trasfondo es muy similar; que el mundo está para adaptarse al humano sin tener la certeza de que podamos hacerlo.
Para el caso de la pandemia, muchas personas están encerradas y ansiosas esperando a que llegue la vacuna. Una vez llegue, todo va a volver a la normalidad. O al menos eso es lo que creemos y nos gusta pensarlo así. Algunas personas ya han estado volviendo a la normalidad cuando no hay ningún indicador que muestre que sea buena idea. Pero la economía lo exige, y porque la rutina perdida también.
Perdón si te rompo alguna ilusión, pero no hay certeza de que una vacuna vaya a solucionar todo este relajo en el tiempo que uno espera. La cosa no es tan fácil como nos gustaría creer. El tema de la “normalidad” tambalea porque no sabemos cómo vaya a terminar esto, sólo sabemos que el virus llegó para quedarse. Pero bueno, la situación de la pandemia es algo con lo que todos lidiamos y cada uno tendrá sus propias opiniones.
Por otro lado, hay otros 2 casos que me han parecido muy interesantes sobre el aferrarse a la normalidad o ajustarse al cambio. En una esquina tenemos a los Italianos, y en la otra a los Holandeses. Ambos países, tarde o temprano, se enfrentarán a los estragos del calentamiento global, y por supuesto no están de brazos cruzados, están actuando fuerte y con ganas.
Tal vez ya te enteraste en las noticias de que este sábado los Italianos levantaron una infraestructura de diques muy mamalona sofisticada para que no se inunde Venecia. Te dejo la nota aquí. Evidentemente Venecia es una de las ciudades más amenazadas por el nivel del mar, sería de las primeras ciudades en desaparecer cuando suba la marea. Sin embargo, los italianos tienen la esperanza de salvar Venecia con esa inversión millonaria para controlar la marea hasta cierto grado.
En cuanto a los Holandeses es otra historia. Ellos ya saben que se van a inundar, y en lugar de aferrarse, aceptaron que las cosas van a cambiar y comenzaron proyectos para vivir inundados. Ya hace unos años que empezaron a crear infraestructura para poder lidiar con inundaciones y no perderlo todo. Aquí te dejo una nota que habla sobre sus granjas flotantes, planeadas para que su agricultura siga operando a pesar de estar inundados.
Dos casos muy interesantes que me hacen pensar en lo acertada que es la historia de Hyperion, y eso que fue escrita en 1990. Esto hablando de palabras mayores como “humanidad” o “sociedad”, pero aterrizándolo a nivel personal tampoco estamos muy lejos.
Siempre tenemos cierta renuencia al cambio, queremos que nuestro entorno se ajuste a nosotros y no viceversa. A veces se puede hacer, a veces no, pero definitivamente es algo con lo que tenemos que lidiar. No hay verdades absolutas, pero por lo general las historias en las que se aferran a la “normalidad” no suelen terminar bien. Ya veremos cómo se desenvuelven estas historias en los próximos años.
