BlogLibros

De dónde motivarnos cuando lo tenemos todo

0

Hay una creencia popular de que los millonarios nacieron con las cosas acomodadas para que así fueran. Que toda esa cuestión de que te vaya bien en la vida depende de qué tanta suerte tengas al nacer. Ya hemos hablado previamente de la suerte en otro artículo, pero hoy no hablaremos de la suerte. Hablaremos de dónde sacamos la motivación cuando lo tenemos todo, o más bien, cuando no nos hace falta nada.

Menciono lo de los millonarios por historias como las de Bill Gates, Mark Zuckerberg o Elon Musk. Historias que suelen interpretarse a que nacieron tan acomodados que realmente lo tuvieron todo para lograr lo que hicieron. Dejar tus estudios en Harvard no es lo mismo que dejar tus estudios en la Universidad de San Juan de las Manzanas. Bueno, supongo se entiende el punto.

No es novedad para nadie que estos 3 nacieron acomodados. Tuvieron acceso a todo desde que nacieron, no pasaron hambres, lujos, escuelas privadas, lo que tú quieras. Pero alguna vez te has puesto a pensar ¿de dónde sacaron toda esa motivación para hacer lo que hicieron? Qué necesidad de romperte el lomo dando el extra si tu vida está hecha para que al menos tuvieras una muy buena vida sin tanto esfuerzo. Un buen trabajo, buen ingreso, buen retiro y demás.

Y bueno, para no hacer el cuento muy largo, ellos tuvieron muy claro a dónde querían ir y para qué hacían lo que hacían. Evidentemente estar en las circunstancias en las que ellos estuvieron no aplican con nosotros, pero aterricemos un poco el tema hacia nuestro plano terrenal.

La gasolina para dar el extra

A veces nos pasa que no encontramos esa motivación para dar el extra porque solemos tener ideas de escasez. ¿Por qué habría de dar el extra si no me hace falta nada? Tengo lo suficiente como para estar cómodo haciendo lo que hago.

Por ejemplo, hemos escuchado más de un par de veces historias de gente luchona que logra emprender porque tenía una familia que mantener. No encontraba chamba pero no tenía de otra, o lo hacía o se morían de hambre. Entonces ahí sí estamos hablando de motivación, lo hacen por su familia, por su bien, por esa extrema pasión a no morir de hambre.

Como si motivarte a hacer las cosas dependieran meramente del cochino dinero. A veces tenemos un trabajo que no nos gusta pero nos da de comer, y también nos da para uno que otro lujito. Me da lo suficiente para que me limite únicamente a buscar crecer dentro de mi trabajo, si se da, qué bien, y si no, pues aquí voy a seguir con la camiseta bien puesta.

¿Qué necesitamos para despertar esa motivación y dar ese extra? ¿Estar en una situación incómoda en donde no tengamos de otra? Esa es una forma, pero no es la única. No tenemos que esperar a estar en una situación incómoda para estar motivados y hacer las cosas. Necesitamos tener claro nuestro “por qué”. La vida no se trata de andar ocupado haciendo las cosas porque sí, se trata de hacer las cosas porque nos van a llevar al lugar que creemos es el que queremos.

¿Alguna vez te has preguntado por qué haces lo que haces? Es una pregunta que nos puede incomodar un poco. Porque muchas veces la respuesta es: para pagar las cuentas y para procurar darme la vida que quisiera tener. Piensa en tu rutina, para qué te levantas todos los días y haces lo que haces en todo ese tiempo que pasa entre que sales de la cama y regresas a ella. ¿A dónde te va a llevar esa rutina?

No está mal tener una rutina, lo que quiero decir aquí es que las rutinas son duras, estamos depositando nuestra vida en una rutina. Deberíamos de estar conscientes en todo momento para qué y a dónde nos va a llevar esa rutina. Eso, es propósito.

Aquí la clave es definir ese “por qué”, definitivamente no es algo fácil. Pero si lo tenemos claro sacaremos esa motivación que le dé sentido a nuestras acciones. Es una cuestión de ser brutalmente honesto con uno mismo y aceptar, en primer lugar, si nuestro “por qué” no tiene una respuesta. Está bien, la mayoría de la gente no lo tiene claro, pero nunca es tarde para definirlo y comenzar a accionar con base en ello.

El libro de “Encuentra tu porqué” habla precisamente de ello. Si el día de hoy perdieras tu trabajo, tu empresa o lo que sea que te esté haciendo llevar la chuleta a tu mesa: ¿cómo te sentirías? ¿tendrías la motivación para volver a empezar? ¿sabrías hacia dónde reconstruir? Más allá del dinero y la necesidad de comer, ¿sabrías por qué hacerlo?

Viajes virtuales: una apuesta al futuro

Previous article

E.31 Un rockstar de la música clásica | con Jorge Casanova

Next article

You may also like

More in Blog