Blog

Elegir entre una vida de sacrificios y una de prioridades

0

Probablemente habrás tenido de esos días en donde todo el rato has estado ocupado. Sin embargo, al final del día tienes una sensación extraña que te hace creer que no avanzaste nada. Porque siempre hay cosas que hacer, porque el trabajo nunca acaba y porque siempre queremos terminar con todo.

Es curioso, porque nos da la señal de que estar ocupado no es lo mismo que ser productivo. ¿Pero qué es ser productivo si no es cumplir con tus tareas? Bueno, como su nombre lo dice, productivo es de producir, suena hasta tonto pero parece que no siempre lo entendemos bien. El hecho de que al final del día tu bandeja de entrada de correos o tu lista de tareas esté tachada, no significa que en realidad hayas progresado. Porque queremos cumplir con hacer las cosas, pero no somo conscientes de a dónde nos llevan esas cosas.

No es lo mismo hacer las cosas de forma correcta que hacer las cosas correctas. Y para poder determinar cuáles son las cosas correctas que debemos hacer tenemos que formular la pregunta correcta. Porque la vida no es una respuesta, es una pregunta, y la calidad de la respuesta es directamente proporcional a la calidad de la pregunta. Y antes de que pienses que nos estamos poniendo ya muy profundos, te explico a lo que me refiero.

Formular y contestar la pregunta

Estamos en el mundo del multitask, con tantas cosas con las que vivimos es muy complicado no distraernos y enfocarnos en una sola cosa. La cuestión aquí, es que tienes que determinar que es esa “única cosa” que nos va a llevar a donde queremos estar.

Encontrar esa “única cosa” dependerá de las preguntas que nos formulemos, renunciemos al multitask y canalicemos nuestra energía a pocas cosas. La vida “balanceada” no existe, nadie ha logrado hacer cosas extraordinarias balanceando lo que hay que hacer. Uno se tiene que obsesionar con algo si lo que quiere lograr en ese algo es grande, si no, uno va a terminar siendo promedio entre todo su balance.

No podemos dedicarnos a todo, por eso las preguntas que nos debemos formular es: ¿Qué es esa única cosa que puedo hacer para que todo lo demás sea irrelevante o innecesario en cuanto a…

  • Vida espiritual
  • Salud física
  • Vida personal
  • Mis relaciones principales
  • Mi trabajo
  • Mis finanzas
  • Mi negocio

Muy probablemente las respuestas a estas preguntas estarán fuera de tu zona de confort. Como todo en la vida, es más fácil hablar que hacer.

Cuando estemos haciendo esa única cosa, no nos distraigamos ni intentemos hacer multitasking. Porque eso nos va a hacer perder tiempo y dejaríamos de ser productivos en ese algo. De qué serviría invertir tiempo con tu pareja o hijos si multitaskeas y repondes correos al mismo tiempo. Ni vas a contestar bien los correos ni serás productivo en mejorar tus relaciones personales. Cuando sabemos priorizar, habrás menos cosas que vemos como urgentes.

Priorizar o sacrificar

Dicen que las personas que saben lo que quieren no sacrifican nada, sólo priorizan sus decisiones. Algo que tenemos que entender es que decir que “sí” a algo, automáticamente es decir “no” a muchas más cosas. Entre ellas, a veces les decimos “no” a esa única cosa que tenemos que hacer. Y así es cuando realmente sacrificamos algo.

Nosotros tenemos la famosa “fuerza de voluntad”, y ésta es como una barrita que se va a acabando a lo largo del día. Cuando despertamos es cuando deberíamos tenerla totalmente llena, y conforme pasa el día, entre acciones y decisiones esa barrita se va terminando. Así cuando llegamos al final del día, postergamos acciones importantes, porque a veces nos acabamos nuestra barrita en cosas como contestar correos o perdiendo el tiempo viendo memes. Hasta ver memes consume esa barrita, porque es una decisión y una acción.

Cuando procrastinamos y postergamos cosas, es porque esa barrita está prácticamente vacía. Si queremos evitar esto, tenemos que tomar la disciplina de no hacer nada hasta cumplir nuestra única cosa que nos va a llevar a donde queremos

Probablemente conozcas a Stephen King, ni siquiera necesitaría introducirlo pero es uno de los escritores más importantes en la literatura de terror. Obras como IT, Carrie, El Resplandor y otras muchas más son de él. En fin, el tiene bien clara su única cosa que tiene que hacer para llegar a donde ha llegado, escribir. Y en su libro “Mientras Escribo” el cuenta que no hace nada en su día hasta no haber escrito al menos 4 horas. ¡4 horas! y mínimo. Obviamente no es lo único que hace, pero tener esa determinación de dedicarle tanto a esa única cosa es lo que lo hace sobresalir.

Stephen no es ningún superdotado, o alguien que nació para la escritura. Es alguien que tuvo la determinación de definir su única cosa y no salirse de esa línea. ¿Él lo hace por ser Stephen King o hacerlo lo hace Stephen King? Un tema que ya hemos toca anteriormente respecto al esfuerzo y el talento.


Tener claros nuestras metas y lo que tenemos que hacer para llegar a ellas es una de las cosas que pocas personas hacen. Suena más fácil de lo que parece, pero de verdad requiere mucho esfuerzo y de cierta forma también ser fríos con lo que queremos. A veces renunciamos a nuestras metas por no querer fallar a otras personas, en cierto punto creo que hasta deberíamos ser bastante egoístas con nuestras metas.

Si te gustó este tema, tienes que leer “Sólo una cosa” o “The One Thing” en inglés también. Totalmente recomendable para darte cuenta si realmente priorizas o estás sacrificando más de lo que quisieras.

Entendiendo nuestro valor en el mercado

Previous article

E.30. Cómo destacar en LinkedIn I con Oscar Harada

Next article

You may also like

More in Blog