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Entendiendo nuestro valor en el mercado

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Probablemente habrás escuchado ya del paro de repartidores de aplicaciones como Uber Eats, Rappi o DiDi Foods. Una manifestación, si se le puede llamar así, con el objetivo de que estas empresas aumenten el pago hacia los repartidores así como reconocerlos como empleados para que tengan beneficios de seguro social y demás. Si no lo llegaste a escuchar, te dejo acá una nota que habla del tema.

En fin, a todas luces tiene sentido, hablamos de gente que pide condiciones dignas de trabajo. Hacer la chamba de repartidor en la Ciudad de México es una actividad de riesgo, porque la gente que no respeta los altos y no da preferencias a ciclistas. En general, no hay una cultura vial que pueda hacer menos arriesgado el trabajo de repartidor.

No es novedad para nadie que estas aplicaciones podrían llegar a rayar en una especie de tiranísmo. Que básicamente basan sus decisiones y formas de operar de forma unilateral, sin importarles las afectaciones a los restaurantes ni a los repartidores. Ellos cobran lo que quieren, trabajan como quieren y listo. Si quieres entrarle, adelante, y si no, igual no les haces falta. Y eso es justo de lo que quiero hablar.

Viéndolo fríamente, si de verdad estas aplicaciones son tan tiranas ¿por qué trabajar con ellas? Entiendo totalmente, está la necesidad, y más ahora que encontrar un trabajo es más complicado por razones evidentes. Pero ¿es la única alternativa?

Por supuesto mi intención no es demeritar el trabajo y el esfuerzo de los repartidores de ninguna manera. Pero, si nos ponemos a pensar las cosas como son, ¿qué hicieron los repartidores para obtener ese “empleo” de repartidor? Literalmente por ser mayor de 18 años, tener una moto, identificaciones oficiales, tener habilidades para llevar comida de punto A a punto B y tener una cuenta bancaria ya exigen ganar bien y tener prestaciones de ley. Lo de las prestaciones no lo discuto, al final todos tenemos derecho a un trabajo digno, pero la remuneración o el dinero que te pagan es otra historia.

Requisitos Uber Eats

Me hace pensar que nos gusta el dinero fácil. Ganar dinero con el mínimo esfuerzo y aún así ponernos exquisitos en el cómo. Pero la intención no es tomar una postura en contra o a favor de los repartidores, es darnos cuenta de la importancia de nuestro valor en el mercado.

No podemos ir por la vida esperando que nos la solucionen factores externos, esperando a que llegue una empresa que te haga ganar dinero sin esfuerzo. Si realmente te molesta ganar poco como repartidor (o literalmente cualquier otro trabajo), aumenta tu valor en el mercado y deja de serlo.

Al mercado no le importa si te partes la madre para solucionarles el problema, al mercado le importa que lo soluciones y ya. Si esa solución está saturada de oferta porque cualquiera lo puede hacer, evidentemente van a pagar cacahuates. Asegúrate de cambiar tus habilidades para solucionar problemas con menor demanda. El mercado es cruel para algunos, si quieres que no lo sea contigo, tienes que entender las reglas.

Obviamente no es tan fácil como suena. No es cuestión de tener una moto y una licencia de conducir para lograr ese cambio. Se necesita muchísimo más que eso pero te aseguro que se puede hacer.

Evidentemente las condiciones de uno a otro pueden cambiar radicalmente. Sin embargo, con el mero hecho de tener Internet ya tienes la mitad de la carrera ganada. Auto-edúcate, esa es la cuestión. Absorbe la mayor cantidad posible de contenido de valor, para ello ni siquiera necesitas una moto, nomás con una conexión a Internet y ya la armaste.

Existen infinidad de formas de hacerlo. Leer libros de no ficción, tomar cursos en línea, tutoriales en YouTube o cualquier manera de consumir contenido que nos haga aprender algo. Formas hay, tiempo segúramente también, lo que uno necesita es ese pequeño empujón para convencernos de que podemos mejorar nuestras circunstancias por nosotros mismos.

En esta era, de la nada puedes elegir ser un programador, o un experto en marketing digital, o un desarrollador web, o un diseñador gráfico, o un consultor digital, o un community manager… o un repartidor. Las opciones están. Entiendo que hay opciones rápidas y a veces las tomamos porque las necesitamos, pero deberíamos verlas como algo temporal para salir del apuro.

Este no es un artículo optimista y así, es un artículo realista que busca despertar esa consciencia para que te decidas a trabajarle duro y de forma inteligente. ¿Quieres cambiar tu situación por ti mismo? Paga el precio. Sube tu valor en el mercado para que no tengas que ir a marchas exigiendo beneficios que no dependen de ti, haz que los factores externos te afecten lo menos posible. Invierte en ti, y no sólo hablo de dinero, invierte tiempo en ti. No es un camino fácil, pero es el menos transitado. 

 

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