Nunca te rindas sólo por el tiempo que pueda tomar cumplirlo

Esta semana, en uno de esos momentos de ocio en donde leo cosas random que me resultan interesantes, me topé con una frase que me gustó bastante. Porque es lo único que necesitamos saber cuando no nos animamos a empezar algo porque creemos que ya es demasiado tarde. Porque ya estamos viejos o porque muchas personas de nuestra edad ya nos llevan kilómetros de ventaja. La frase va más o menos así:

Nunca te rindas con algún sueño sólo por el tiempo que pueda tomar cumplirlo. De todas maneras el tiempo va a pasar. – Earl Nightingale

¿Cuántas veces no nos hemos animado a hacer algo porque ya es demasiado tarde? Veamos un poco hacia el pasado, piensa en algo que no hayas empezado hace años porque ya era “demasiado tarde” por tu edad o tus circunstancias. Seguro tendrás alguna que otra cosa que dejaste en el tintero por esta razón.

Lo curioso es que nos quedamos con la duda del qué hubiera pasado. La frase está enfocada particularmente hacia nuestros sueños, pero la realidad es que aplica para cualquier cosa. No importa el tamaño de lo que cancelaste por ser tarde, cancelar es cancelar, porque ni si quiera es una cuestión de posponer.

Por ejemplo, imagínate una persona de 35 años que hace unos 7 años tenía la cosquilla de empezar a tocar la guitarra o algún instrumento. O simplemente aprender a hacer algo que le llamaba la atención y le daba miedo hacerlo porque no se sentía capaz. Como ya tenía unos 28 años ya pensaba que era demasiado tarde, porque cuando investigaba en Internet encontraba videos de adolescentes de 15 años con una habilidad increíble para tocar la guitarra. Por alguna razón, la vida le daba señales de que su tiempo “ya pasó”.

Al final de todo, el tiempo pasó, pasaron 7 años y no aprendió a tocar la guitarra. ¿Hubiera funcionado comenzar a aprender a los 28? Seguramente sí, muy probablemente no sería el mejor guitarrista del mundo pero en 7 años si hubiera logrado conseguir habilidades bastante decentes.

Puede que el cerebro cambie para aprender con mayor facilidad (o menos complicación) cuando estamos niños, o simplemente más jóvenes. Pero eso no significa que tu habilidad para aprender cosas nuevas cuando llegas a cierta edad se esfume. Simplemente cambia un poco.

Yo soy muy fan de una escuela de tecnología en línea que se llama Platzi, bastante recomendable para aprender de tecnología. Y su slogan es “Nunca pares de aprender”, muy poderoso si uno lleva esa frase como parte de su filosofía de vida.

La comparación es el cáncer

Somos seres sociales, eso no es novedad, y uno de los problemas más graves de ello es que nos la pasamos comparándonos. Queremos ver en otros lo que quisiéramos lograr (o evitar), y buscamos ser parecidos a las personas que nos parecen admirables. O bueno, tal vez no ser iguales o querer estar en sus zapatos, pero sí los tomamos como puntos de referencia.

Cuando volteamos a ver a otras personas y lo que han logrado, una de las cosas en las que más nos fijamos es en la edad. Cuando vemos a alguien que ha logrado algo que nosotros quisiéramos pero son mucho más jóvenes que nosotros, dejamos de intentar lograr ese algo simplemente porque ya estamos viejos.

Por supuesto hay actividades físicas que nos limitan, eso no lo voy a negar. Uno no puede aspirar a ser gimnasta olímpico a los 30 años, ahí si ya el tiempo pasó. Pero no nos dejemos llevar por eso, nuestros objetivos y circunstancias son únicas, que los otros hagan y logren lo que quieran, tú preocúpate por ti y nada más. No necesitas ser el mejor del mundo o ser un profesional, aterricemos los objetivos y seamos realistas.

Anteriormente ya habíamos hablado sobre el momento PRIME en este artículo, nunca es tarde para estar en tu mejor momento. Sea lo que quieras lograr,  dicen que el mejor momento para empezar a trabajar en ello fue ayer pero el segundo mejor momento es hoy.

Ahora sí aplica la frase de “Dios sí perdona pero el tiempo no”. Porque no importa qué sea lo que no empezaste a hacer, el tiempo va a avanzar de cualquier manera. Y cuando en un futuro nos preguntemos qué hubiera sido si hubiéramos empezado aquel día a pesar de haber sido tarde, se quedará como una pregunta sin respuesta.