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Sin duda, este es un tema bastante controversial, y la gente tiene opiniones que con mucha seguridad afirman estar en lo correcto. Para la gran mayoría lo correcto es estudiarla, y es complicado debatir esa idea. Sobre todo porque el guión de la vida exige estudiarla para tener un buen trabajo, vivir bien y ahorrar para tu retiro. En este artículo hablaremos de “Drop out and get schooled”, un libro que abre debate para pensar 2 veces antes de estudiar una carrera profesional.
Este libro no está dirigido particularmente a estudiantes que están por tomar la decisión, en realidad encaja con cualquiera en el que la decisión de una carrera profesional fue un parteaguas en su vida. Incluso para considerar abrir un dialogo con futuras generaciones, porque a veces la decisión más bien parece un mandamiento inquebrantable de padres hacia hijos.
Lo que no se debate
Está claro que hay casos en donde este debate no aplica. Principalmente para todas esas profesiones que requieren un alto grado de conocimiento y especialización para llevarse a cabo. Por ejemplo un médico tiene que estudiar años antes de meter cuchillo en las personas o recetar medicamentos. Eso sí no se discute.
Por lo general todas esas profesiones que exigen una cédula profesional para ser ejercidas son las que no entran a debate. Y hay de todo tipo, no puedes pilotear un avión o dirigir una central nuclear si no tienes constancia de que sabes cómo se hace la chamba. Pero para llegar a elegir cualquiera de estas profesiones, antes necesitas pensar lo siguiente.
Estudiar una carrera o no
Antes de llegar a decidir si quieres ser médico o si quieres ser contador, tenemos que tomar la decisión de estudiar o no. Aunque prácticamente siempre, más que una decisión, es el siguiente paso que se toma si tienes la oportunidad de tomarlo. Muy pocas personas, incluso a nivel mundial, tienen la oportunidad de tener una carrera universitaria. Por eso hasta parece una estupidez renunciar a este privilegio si se tiene la oportunidad. ¿Quién te va a debatir un privilegio?
Entonces sí, la mayoría de nosotros estudiamos la carrera porque tenemos la oportunidad y porque simplemente es el siguiente paso. Nuestra decisión más bien radica en qué diantres vamos a estudiar. Y al parecer muchos sentimos que no tomamos la decisión correcta, de hecho, hace tiempo escribí un artículo sobre esa posible crisis de haber seleccionado la profesión equivocada y fue un rotundo hit.
Imaginemos que estudiar no es un privilegio, simplemente el que quiera hacerlo lo hace en cualquier universidad que quiera y listo. ¡Pum! ¿Crees que seguiría teniendo sentido hacer una carrera profesional? Ahora que no existe esa exclusividad probablemente ya no habría tanta distinción entre una persona y otra. Cualquiera obtendría un título, lo que nos distinguiría serían los conocimientos y habilidades de cada uno.
Y no insinúo que uno nomás va a la universidad y le dan un título. Obvio hay una chinga detrás de estudiadas, desveladas, exámenes y demás. A lo que voy es que la gran mayoría de las personas no tienen ni la oportunidad de entrarle al juego.
Tener un título garantiza que como persona tienes ciertas habilidades o conocimientos específicos. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, y aquí es donde entra una de las verdades más duras y ciertas que dice el autor:
La educación es esencial, las escuelas no – Patrick Bet-David
Si estuviéramos en este mundo utópico donde cualquiera tendría la oportunidad de titularse, muy probablemente las personas se enfocarían más en estarse educando. Educarse en lugar de “escolarizarse”.
Hoy en día hay muchas formas de educarte sin ir a la escuela. Tenemos un acceso ilimitado a información en la palma de nuestras manos. Millones de libros que te enseñan de todo. El autor dice que una de las cosas que las universidades deberían enseñar, es a ser autodidactas y no depender de las escuelas para educarnos. Pero eso va en contra de la norma.
También hay gente que se gradúa y no se vuelve a educar de nuevo. Como si la universidad les hubiera enseñado todo lo que necesitan para vivir. Lo curioso es que al poco tiempo de graduarse se olvidan como de un 80% de lo aprendido. Parece chiste pero es anécdota, dirían.
Estar seguros de lo que queremos
Esta es la respuesta que deberíamos encontrar para decidir si estudiar una carrera o no. Aunque la universidad puede satisfacer tanto a los que saben como a los que no saben qué rumbo tomar. Me explico.
Cuando estás seguro de lo que quieres y decides ser médico es porque ayudar y curar personas es tu vocación, no tienes que estar evaluando si estudiar o no, ya tienes la respuesta. ¡Ve a la universidad ya!
Muchos estudiantes dejan la universidad o no eligen una carrera porque no saben qué hacer con sus vidas. Y este es un enorme error, estudiar una carrera también satisface a los que no saben qué hacer con sus vidas. Porque la universidad es como ir en un tren, llevas velocidad y dirección establecida, te mueves. Tal vez no estás seguro del rumbo, pero sabes que sí o sí vas a llegar a la siguiente estación.
Si solamente decides no entrar a la universidad porque no sabes qué hacer. Es como cambiar de un tren a un barco en mar abierto y sin brújula. Ni si quiera hay señales de hacia dónde ir, simplemente estás ahí esperando a ver hacia dónde sopla el viento porque no sabes hacia dónde ir. La universidad es ese tren que te mantiene en ruta, y hagas lo que hagas vas a llegar a algún lugar.
La cuestión aquí es ¿estudiar porque sabes hacia dónde vas o porque no sabes hacia dónde vas? Y si estás seguro de lo que quieres hacer ¿realmente vale la pena un título universitario?
Desafortunadamente cuando tomamos esta decisión estamos muy jóvenes para razonarlo a profundidad. Y por estadística, si estás leyendo este artículo hay una gran probabilidad de que seas mayor de 25 años y esta decisión ya es cosa del pasado. Sin embargo, a veces nos toca ser mentores, tenemos hermanos, primos, amigos, o incluso hijos que pasan o pasarán esta disyuntiva eventualmente.
Seamos personas de dialogo y razonamiento.
Un libro incómodo sin duda. Sobre todo porque tuve la oportunidad de estudiar la carrera en una universidad de “renombre”. Cuestionarme si todo se trata de un papel que encaja con la sociedad o de ser personas que realmente aportan algo de valor. Incómodo pero interesante…
Por desgracia no podemos vivir en ese mundo utópico donde todos puedan estudiar una carrera. Y hasta que eso no pase, tendremos que averiguar cómo acomodarnos con esta realidad. Pero ya nos estamos cuestionando el estatus quo de la sociedad, lo cual ya es una gran victoria para nuestro pensamiento crítico.
